ISABELLA

Lastimosamente vivimos en una sociedad bastante individualista y materialista, para casi todo el mundo el egoísmo y la parte superficial del ser humano es una condición que se adopta pero en realidad es la naturaleza de todo hombre creer en principio solo en su beneficio. Debemos tener muy presente que no somos las únicas personas en el planeta, no debemos olvidar el bien común por que en ocasiones hacemos cosas que aunque somos consientes del mal que le puede causar a los demás no nos importa mucho por lo ambiciosos que somos principalmente gracias a la sociedad de consumo.

Solemos ser individualistas por inseguridad casi siempre y por miedo a que nos quiten o rechacen nuestra identidad, pero nunca pensamos que ese ser que tenemos en el interior al que Dios envió a la tierra sin reparo de ninguna clase puede ofrecerle a esta sociedad algo bueno y sensato Algo puro y provechoso para los demás. Pero el temor a ser rechazados nos impide darle una bonita cara a esta vida y por el contrario optamos por una actitud de indiferencia y contra gusto por los demás.

La insatisfacción personal y colectiva crea un conflicto por ende interno que se refleja en el exterior, por desgracia para este mundo, hace falta personas que crean que la enemistad sea con otros o con uno mismo, hace hueco y herida en el alma y ellos como integrantes del mismo eje solar y el mismo planeta tierra podrían contribuir al lucro de aquel vacio tan peligroso y digo peligroso, por que es aquel vacio el directo responsable de la guerra unos con otros.

Pero pienso que todavía quedan personas de mente abierta y que creen que se puede vivir mejor… todavía hay gente dispuesta a jugársela por una sociedad tranquila y justa, sin problema de egoísmo y competitividad, en manos de este grupo que al parecer disminuye mas queda el gran trabajo de mostrarle a la gente una manera mas fácil de vivir bien y en paz.

Los derechos humanos son fundamentales para establecer una mejor calidad de vida para que así se nos respeten cada una de las formas de pensar y actuar de cada uno, y de las demás personas y así poder contribuir para alcanzar una paz tan anhelada por todos.

Yo  pretendo buscar con todo esto causas para que el compromiso con mi vida y la paz  sean totalmente argumentado y así lograr armonizar mi vida con la paz, quiero y se que puedo hacer que en cada lugar al que vaya encuentren en mi ese punto neutro y tranquilo que no tiene extremos y que simplemente esta ahí para apoyar las decisiones positivas y ayudar a organizar situaciones un poco negativas.

Para concluir trabajare en mi actitud y buscare olvidarme un instante de mi  situación y ponerme en el lugar de la persona que necesita ayuda, y es que es tan fácil contribuir a la paz, puesto que este concepto es netamente espiritual y 0% material.

Yo Isabel estoy dispuesta a buscar una paz que así parezca utópica es una realidad que se esta justo en frente mío.

 

 

Isabel Gómez Callejas